Se acerca el verano y estas preguntas siempre resurgen… ¿Pueden las joyas de plata y oro soportar el agua? ¿Puedo usar mis joyas en la piscina o el mar? ¿Qué pasa si me ducho con ellas? ¿Y qué pasa con los quilates de plata esterlina y oro?
Te daré respuestas claras y técnicas, pero al final, tú decides; al fin y al cabo, son tuyas, y se trata de disfrutarlas como quieras. Y al final, compartiré lo que yo hago personalmente.
Joyas en el agua: mejor con precaución
Las joyas están hechas para usarse. El tiempo y el uso siempre dejan huella, pero si las cuidas, esa huella puede tener un encanto único. De hecho, a menudo añaden belleza. Es un tema que me obsesiona y exploro en mis piezas: el tiempo y su huella en los materiales.
Consejo del joyero:
Es mejor darles un descanso a tus joyas cuando te metas al agua. El cloro de las piscinas y la sal del mar son enemigos naturales del brillo de la plata y el oro. Un chapuzón rápido no las arruinará, pero hacerlo a diario hará que pierdan su brillo más rápido.
¿Y la ducha? El problema aquí es el jabón y los productos de cuidado personal, que pueden dejar una capa de residuos y opacar el brillo. El agua dulce en sí no es un problema si secas bien las joyas después.
Plata esterlina: ¿Qué es y por qué no se utiliza pura?
La plata esterlina (o plata 925) está compuesta en un 92,5 % de plata pura, y el resto está compuesto de otros metales, generalmente cobre. Esta mezcla existe porque la plata pura es demasiado blanda: se raya y se deforma con facilidad.
¿Y qué hay de la oxidación? Sí, la plata esterlina se oscurece con el tiempo, sobre todo si la aleación contiene más cobre. Pero, sinceramente, esa pátina también tiene su encanto. Las zonas oscurecidas crean contrastes interesantes que pueden ser bastante llamativos.
¿Por qué el oro de 18 quilates es el rey? ¿O por qué lo uso?
El oro puro (24k) es impresionante, pero demasiado blando para la mayoría de las joyas. Por eso, el oro de 18k ofrece el equilibrio perfecto: 75 % de oro puro y 25 % de otros metales para mayor resistencia y color.
Además, con oro de 18k, puedes jugar con diferentes tonos:
- Oro blanco → Mezclado con paladio.
- Oro rosa → Mezclado con cobre.
El oro de 18k apenas se oxida, a diferencia de las aleaciones con menos oro (14k, 9k), donde el menor contenido de oro facilita la oxidación. Por eso solo uso oro de 18k en mis piezas náuticas.
Consejos de cuidado después de mojar tus joyas
Si decide usarlos en agua, enjuáguelos con agua dulce y séquelos suavemente con un paño suave. Evite los limpiadores abrasivos. Si necesitan una limpieza profunda, lo mejor es usar un paño especial para metales preciosos o agua con jabón suave.
Y cuando no los uses... bueno, es mejor usarlos siempre; es la mejor manera de mantenerlos vivos y radiantes. Pero si decides guardarlos, guárdalos en un lugar seco y separado (como su caja) para evitar rayones.
¿Y qué hago con mis propias joyas?
Bueno, solo uso mi tobillera de plata "Gota" las 24 horas del día, los 7 días de la semana; aguanta todo: agua de mar, piscina y duchas incluidas. El resto de mis joyas nunca las llevo a la playa ni a la piscina.
¿Por qué? Algunas razones:
- Se pueden desatar, caer y perder. Y créeme, eso duele.
- El protector solar es brutal para las joyas: deja una película pegajosa y opaca que es difícil de quitar.
- El sol calienta el metal, y que tus joyas te quemen la piel no es divertido.
Así que siempre me los quito, los guardo en un lugar seguro y me los vuelvo a poner después de ducharme, en todo su esplendor. Cuando quiero cuidarlos más, los limpio con agua y jabón suave, y los seco bien.
Con estos consejos de cuidado, tus joyas de plata y oro siempre estarán listas para vivir la vida contigo, dentro y fuera del agua.
Foto de portada: Pulseras trenzadas náuticas de Angela Lago, arte náutico para llevar